En su reunión del 14 y 15 de diciembre, la Reserva Federal subrayó que su objetivo inflacionario había sido traspasado y era tiempo de actuar.
Se apoyó en esa conclusión para finalmente anunciar la aceleración en el ritmo del tapering a USD30bn por mes (desde los USD15bn anteriores). Adicionalmente, y tal como se esperaba, mantuvo la tasa de referencia en el rango 0,00-0,25% y comunicó que “sería apropiado mantener este rango objetivo hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con los objetivos de pleno empleo del Comité”.
Adicionalmente, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) también redujo sus previsiones de crecimiento para 2021 a 5,5% (desde 5,9% en septiembre) y aumentó su proyección de inflación PCE a 5,3% (desde 4,2%). A su vez, los funcionarios pronosticaron una inflación de 2,6% para 2022, con un desempleo que se reduciría hasta 3,5%. Si la trayectoria del mercado laboral acompaña, la FED pronostica tres subas de tasas para el año que viene, por un total de 0,75%.
Si bien la reacción inicial del mercado fue positiva, con las horas y, sumado al vencimiento simultáneo de opciones sobre acciones, opciones sobre índices y los futuros sobre índices –evento conocido como “Triple Witch”– la volatilidad se apoderó del mercado.