Esta semana, que será festiva en China por la celebración del Año Nuevo, habrá abundante y relevante macro, pero la clave principal es el Deflactor del Consumo americano (PCE Deflator) el viernes: si continúa retrocediendo, tanto su Tasa General (+5,0% esperado desde +5,5%) como la Subyacente (+4,4% vs +4,7%), el mercado podría albergar expectativa de que la Fed subirá sólo +25 bp el miércoles de la próxima semana y no 50 bp como en su reunión de diciembre.
En la Eurozona se publicarán los datos del PMI, mientras la temporada de resultados sigue avanzando.
Estos son los datos a seguir durante esta semana:
- Estancamiento en torno al techo de la deuda
En Estados Unidos se debate el posible aumento de deuda del país, que el jueves alcanzó el límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares.
Los republicanos de la Cámara de Representantes quieren recortes del gasto público antes de aprobar un techo más alto. En 2011, una exigencia similar llevó a S&P a recortar por primera vez la calificación crediticia de Estados Unidos y provocó el caos en los mercados financieros.
Se prevé que las negociación se alargue meses, incluso hasta el último minuto, ya que cada parte pone prueba a la otra, hasta junio, fecha a partir de la cual el Tesoro probablemente haya agotado las maniobras de emergencia para evitar caer en default.
- Ganancias de las tecnológicas
Microsoft (NASDAQ:MSFT), la segunda empresa más grande de EE. UU. por valor de mercado, presentará sus informes el martes, seguida de Tesla (NASDAQ:TSLA) de Elon Musk el miércoles, e Intel (NASDAQ:INTC) el jueves.
La temporada de resultados ha tenido un comienzo algo flojo
El viernes, Alphabet (NASDAQ:GOOGL) anunció que recortará unos 12.000 puestos de trabajo (aprox. el 6% de su plantilla), con lo que se ha convertido en el último gigante tecnológico en participar en los despidos. Microsoft señaló el miércoles que va a eliminar 10.000 puestos de trabajo y Amazon (NASDAQ:AMZN) ya ha comenzado a notificar a sus propios empleados recortes de empleo en 18.000 personas.
- Datos económicos de EE.UU.
Estados Unidos publicará el jueves una primera estimación de los datos del PIB del cuarto trimestre, y los analistas esperan que la economía de EE.UU. haya crecido un 2,5% anualizado, tras el 3,2% del tercer trimestre.
De acuerdo a datos económicos recientes la economía perdió impulso a finales de 2022: las ventas al por menor cayeron un 1% o más en los dos últimos meses, la producción industrial disminuyó durante los tres últimos y la construcción de vivienda residencial lleva registrados seis descensos mensuales consecutivos.
Se espera que el PIB se siga debilitando en los próximos trimestres, ya que las agresivas subidas de tipos dela Reserva Federal siguen afectando a la demanda.
El calendario económico de esta semana trae los datos sobre solicitudes iniciales del subsidio por desempleo, pedidos de bienes duraderos y venta de vivienda nueva el jueves, y el índice de precios del gasto en consumo personal, el viernes.
- Eurozona
Los datos preliminares del índice PMI de la Eurozona podrían darnos nuevas indicaciones sobre el estado de salud de la economía.
Está previsto que varios funcionarios del Banco Central Europeo comparezcan antes de que los responsables políticos inicien el jueves su tradicional período de veda previo a la reunión de política monetaria. La próxima reunión del BCE se celebrará el 2 de febrero.
Está previsto que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, quien la semana pasada se mostró contraria a la opinión del mercado de que se iba a ralentizar el ritmo de las subidas de los tipos de interés ante la reciente reducción de la inflación, comparezca en dos ocasiones.
- Control de la inflación
El viernes, Japón publicará los datos sobre la inflación de los precios al consumo de la región de Tokio, que se verán sometidos a un control muy estrecho después de que la semana pasada el Banco de Japón desafiara las expectativas del mercado, que esperaba un giro más duro en su política monetaria, al mantener intacto el ritmo de control de la curva de rendimientos.
La inflación japonesa se sitúa en máximos de cuatro décadas y duplica el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, que se resiste a ceder ante las apuestas del mercado que dicen que se acerca el final de su política monetaria ultra laxa.