Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos, y al ser el nuevo Presidente de la principal potencia económica del mundo, generó un fuerte impacto en los mercados internacionales. Los índices de equity volaron, aumentaron las yields a lo largo de toda la curva de Treasuries, cayeron los índices de acciones emergentes, subió el dólar y cayeron la mayor parte de los commodities.
1. Renta Variable
Los índices de acciones estadounidenses subieron considerablemente luego de que Trump ganara las elecciones. El que más subió fue el índice de Russell 2000, que subió más del 4% el 6 de noviembre tras conocerse el triunfo de Trump. Esto se debe a que el candidato republicano sostiene una idiosincrasia pro-mercado con desregulaciones y baja de impuestos a las empresas, favoreciendo a la rentabilidad; junto con una fuerte inclinación a proteger la industria local con aranceles. Sin embargo, esta suba no fue uniforme para todos los sectores.
El peor impacto el día posterior a la elección lo sufrió el sector de Utilities, altamente vulnerables a las tasas largas por su impacto en el costo de financiamiento de las inversiones a largo plazo que llevan a cabo las empresas de servicios públicos. Lo siguió el Real Estate, también vulnerable a las tasas de interés (las tasas de créditos hipotecarias son aún muy altas, y una ralentización o interrupción en los recortes podrían afectar al sector).
Los sectores financiero, industrial y de consumo discrecional son los claros ganadores con el resultado electoral. El primero sería un claro beneficiario de desregulaciones con Trump. A la industria se le suma como beneficio el potencial aumento del gasto en defensa. Hacemos hincapié en el sector de consumo discrecional, dado que las desregulaciones (además del apoyo fuerte de Elon Musk al Partido Republicano en estas elecciones) favorecen a Tesla y su ambicioso plan de innovación y crecimiento, sus acciones aumentaron drásticamente traccionando a todo el sector.
El sector energético podría ser afectado por dos fuerzas compensatorias: Trump prometió desregulaciones e inversiones en infraestructura a la producción local de petróleo y gas natural(por su poco o nulo interés por las energías renovables que sí prometía incentivar Harris), pero al favorecer al aumento de la producción, presiona a la baja el precio del petróleo lo cual podría perjudicar al sector. Sin embargo, el precio del ETF de Energy Sector (XLE) subió así que el impacto fue positivo para las empresas energéticas.
En general, hay que prestar atención a varios factores para evaluar el impacto global del Presidente electo en acciones. La rentabilidad es un efecto más bien de corto o mediano plazo; pero otros efectos del plan de gobierno de Donald Trump en la inflación y tasas de interés pueden generar un entorno menos favorable y podría provocar una caída en los precios de las acciones.
2. Renta Fija
Tal como se estimaba (y el mercado venía poniendo en precio las últimas semanas) las yields se incrementaron fuerte tras el triunfo republicano a lo largo de prácticamente toda la curva.
Luego de la elección las tasas aumentaron notablemente a lo largo de la mayor parte de la curva. Las que más lo hicieron fueron las largas: la de 30 años subió aproximadamente 20 bps (de 4.41% a 4.62%). En menor magnitud, las tasas a 2 años también aumentaron.
El aumento de tasas en los bonos más cortos (como en la tasa a 2 años) puede explicarse por el nuevo escenario en el que la Fed debe elegir el ritmo de esta fase de baja de tasas. Se estima que si Trump puede llevar a cabo sus políticas de corte proteccionista, los aranceles a las importaciones generarían presiones a la suba de la inflación; lo que en los mercados genera expectativas de mayor cautela en los recortes.
Las tasas largas, por su parte, se vieron afectadas por las expectativas de que el déficit fiscal aumente, si bien con Kamala Harris no se veía una corrección fiscal en el horizonte, con Trump se estima que el déficit aumente (recortes de impuestos con aumentos en el gasto en defensa). El mercado está viendo que el triunfo republicano va a acelerar el crecimiento de la deuda pública, con lo cual la pendiente de la curva se está volviendo más pronunciada (las tasas de largo plazo terminaron subiendo bastante más que las de corto plazo).
3. Emergentes
Los aranceles a las importaciones (del 10% para la mayoría de los países y del 60% para China) son, junto con la suba de las tasas de Treasuries americanos, lo que más preocupa a los emergentes, principalmente a los países asiáticos (por lo que podemos ver en el gráfico, México y Brasil abrieron bastante negativos luego del resultado, pero subieron durante la jornada). Los aranceles de Trump a los productos que compiten contra la producción estadounidense perjudica la competitividad de los países como Taiwán y China, que podrían reaccionar con devaluaciones de su moneda para abaratar su nivel de precios respecto a Estados Unidos. Esta devaluación implicaría un aumento de la inflación, y combatirla sería aún más recesivo.
A su vez, si las tasas de los bonos norteamericanos aumentan, se daría un flujo de salida de capitales de los emergentes lo cual aumentaría la volatilidad de los activos. Otro factor importante de la volatilidad en los activos de los países emergentes es que Trump podría buscar repatriar la actividad manufacturera en Estados Unidos, aislando relativamente el país de las cadenas de valor. Nuevamente, esto impactaría bastante fuerte a los países asiáticos. El mayor costo de las importaciones por el arancelamiento, sin embargo, podría llevar a las empresas a buscar recortar ese mayor costo buscando otros proveedores más cercanos como México, país que podría salir ileso considerando también acuerdos comerciales con Estados Unidos como el T-Mec.
4. Dólar y commodities
Durante el mes de octubre, dados los diversos ritmos de bajas de tasas de los Bancos Centrales en el mundo, el dólar estadounidense se fue fortaleciendo frente al resto de las monedas (dado que el Banco Central Europeo está recortando con mayor agresividad en lo que va de 2024 y el Banco de Japón bajó las expectativas de políticas hawkish luego del desplome del Nikkei de agosto provocando una caída del yen), de la mano con el oro; lo cual es atípico, dado que es un activo de cobertura junto con la plata (coloquialmente llamado “oro con esteroides”, dado que sigue la misma tendencia pero con más volatilidad). Tras el resultado electoral, el dólar saltó y el oro cayó debido a que se puso en precios una mayor cautela de la Fed para las reuniones futuras por los cambios en el escenario base que propone Trump; volviendo así las conductas opuestas del oro y el dólar anteriores a octubre.
En cuanto a las demás commodities, prácticamente todas cayeron. El petróleo bajó, debido a que en el nuevo Gobierno se flexibilizará la producción de las fuentes tradicionales de energía, lo cual aislaría los efectos internos del precio del petróleo de las tensiones geopolíticas y bajaría el precio por la mayor oferta local. Las commodities agro también reaccionaron negativamente, principalmente por los riesgos del nuevo gobierno sobre emergentes. Además del aislacionismo americano, si los países emergentes responden a los aranceles con devaluaciones, los productos agropecuarios que se les exportan (en el caso de nuestro país, China es un comprador importante de producción agropecuaria) se encarecerán y disminuirá la demanda, con lo cual los países agroexportadores saldrán perdiendo. Finalmente, la postura geopolítica de disminución del apoyo militar a Ucrania impactaría en el gas natural, dado que los precios habían aumentado fuertemente luego de que Rusia disminuyera los suministros aumentando fuertemente su precio.